lunes, 21 de marzo de 2011

Qué, Cómo y Por Qué?

"Aquel que tiene un Por Qué para vivir se puede enfrentar a cualquier Cómo"     -Friedrich Nietzsche 
                                                                                           

Cuando uno tiene contacto con distintos tipos de empresas, de equipos de personas y realidades comienza a darse cuenta de algunos temas que pueden parecer MUY evidentes... Casi obvios. Tan obvios que no se toman en cuenta, se desconocen o no se trabajan conscientemente.

Me refiero a lo siguiente:
En general TODAS las empresas y personas tienen una idea más o menos clara de QUÉ es lo que hacen. Tiene que ver con la visión general de cuál es el negocio y la industria en la que están insertas y cuál es su rol dentro de esa industria en particular. Muchas personas y empresas tienen claro además CÓMO lo hacen (algunas tienen más claro este punto que otras), un insight un poco más profundo en donde vienen a cobrar importancia todos los aspectos técnicos que están a disposición de la operatividad de la empresa como podrían ser la estructura, procesos, sistemas, TI, protocolos, métodos, normas escritas y tácitas, etc.. Pero hay un punto CLAVE que se encuentra en el epicentro mismo de la actividad de cualquier persona o empresa, en el que fallan la gran cantidad de ellas y que tiene que ver con el POR QUÉ hacen lo que hacen. 

Este fenómeno es bastante interesante, uno  puede darse cuenta que "la norma" es que las empresas NO tienen claro Por Qué hacen lo que hacen y así como pasa con las empresas (en genérico) también pasa con los departamentos de una empresa, con los equipos de trabajo de una empresa y (obviamente) con las personas que trabajan en esas empresas... Es raro que una pregunta "tan simple" genere reacciones tan potentes y diversas en las personas. Durante algún tiempo estuve preguntándole a varias personas de distintos ámbitos (gerentes de empresa, vendedores, académicos de Ed. Superior, alumnos universitarios, instructores de yoga, pobladores de campamentos de extrema pobreza, etc...) esta simple pregunta: Por qué haces lo que haces? Qué te motiva día a día a levantarte e ir a trabajar? Cuál es el “driver”, “el motor” que te impulsa a hacer lo que haces?   
Llama la atención un fenómeno que se repite casi como un patrón matemático: Pese a que esta es una pregunta muy "simple" (por lo menos semánticamente) a las personas les resulta MUY difícil contestarla. Cuesta más aún cuando estas preguntas se hacen a un grupo de personas (y deben responderlas como un grupo), y más aún todavía cuando se le hacen a una persona que representa a toda una organización, un Gerente General por ejemplo (es cosa de ver las caras de shock que ponen). 
Claro, alguien puede argumentar que todas las empresas tienen muy claras su Visión y Misión y que estas declaraciones se encuentran en el núcleo de la dirección y la motivación organizacional... pero... Todas las empresas tienen bien trabajado este punto? Todas las empresas tienen absolutamente clara su Misión? Todas las personas conocen la Misión de sus empresas? Y si la conocen, comparten esta Misión? Creen, viven y sienten la Misión?  Sé que el tema no es una primicia y que ya se ha escrito y hablado bastante al respecto pero lo que me llama la atención es que sigue siendo un "punto ciego" en las empresas y personas, un foco de desorientación, inseguridad, desmotivación, debates y conflictos.

Estas mismas preguntas (Qué, Cómo y Por qué) son válidas también para cada persona en particular y es acá donde se torna un poco más difuso y complicado el tema porque tiene que ver con aspectos como motivaciones, percepciones y sueños muy profundos de las personas, con temas que cuesta hablarlos “a la pasada”, que requieren un momento de profunda reflexión y que nos obligan a abstraernos un rato de lo “accesorio” para conectarnos con lo más importante, básico y  estructural de nosotros mismos.  Vuelvo a repetir, este proceso es difícil y creo que hace algún tiempo logré entender por qué nos cuesta tanto conectar con estos temas. De todas las personas a las que les hice la pregunta Porqué haces lo que haces? solo una persona me respondió con una inmediatez, una seguridad y una convicción que me dejaron impactado. Fue la señora Hilda, pobladora de un campamento de extrema pobreza en San Bernardo. Al hacerle la pregunta ella me miró y me respondió casi inmediatamente: “Para sacar a mis hijas de la pobreza y darles la oportunidad que yo no tuve”.
Me dejó “helado”, pensando varios días… Le di muchas vueltas al tema y tiempo después comprendí una cosa: La personas que viven con lo mínimo, al parecer tienen sus prioridades y motivaciones muy claras.  Al contrario de lo que pasa con personas que tienen un buen nivel socioeconómico y no sufren ese nivel de carencias. Quizás los bienes materiales y la abundancia de “cosas” nos quitan un poco de perspectiva, nos nublan, nos desenfocan… Hacen que perdamos un poco el sentido de lo que hacemos, de lo que queremos y de por qué lo queremos... La señora Hilda no estaba preocupada de mandar su auto al taller, ni de pagar la patente del auto, ni de las nuevas condiciones de su crédito hipotecario, ni de la rentabilidad de sus fondos mutuos, ni de sus vacaciones… Ella estaba 100% concentrada en un objetivo, un “driver”, una motivación, un sentido de vida tan potente que te lo traspasaba con la mirada y de verdad te lo hacía sentir: “Sacar a mis hijas de la pobreza y darles la oportunidad que yo no tuve…”.

Eso es tener un Por qué en la vida. Eso es tener un foco, eso es encontrarle un sentido valioso y potente a tu existencia.

PD: y tú, Por qué haces lo que haces?

No hay comentarios:

Publicar un comentario