viernes, 7 de enero de 2011

20 hábitos nocivos en el entorno laboral (o como rankear Top 1º en la "WORST Place to Work")


El siguiente post probablemente no te va a ser indiferente.
Lo digo porque se trata de un tema muy transversal, “El entorno laboral” y todas esas pequeñas actitudes (propias o ajenas) que nos irritan, nos desconcentran, nos “sacan de quicio” y hacen que cada día se nos haga más cuesta arriba estar tranquilos, contentos y productivos en nuestros trabajos.
No es casualidad que lo postée en esta época. Durante el verano la mayoría de las empresas chilenas entran en un estado de “letargo operacional” que nos pueden permitir tomar una pequeña pausa y reflexionar acerca de qué estamos haciendo bien o mal en nuestro trabajo, con nuestros compañeros y colaboradores de equipo, con nuestros subalternos y jefaturas... Obviamente se trata de un ejercicio personal de autocrítica con un objetivo muy claro. Ver cuáles son los hábitos y actitudes desagradables que se presentan evidentemente en nosotros como un primer paso para empezar a evitarlos o mejorarlos.


Marshall Goldsmith (PhD), es el más reconocido Coach Ejecutivo y Consultor de Empresas de EEUU e investigó durante varios años, en unas 500 empresas de EEUU, Europa y Sudamérica, de 60 industrias distintas (Retail, Educación, Salud, Banca, Servicios Públicos, Instalaciones Militares, etc...) y con un universo muestral de más de 50.000 personas, cuáles eran los “tics conductuales” más típicos y generalizados en el entorno laboral. 
Goldsmith define “tic conductual” como una conducta o actitud desagradable que se presenta de manera sistemática en una persona, o sea un MAL HÁBITO que puede ser potencialmente perjudicial para el desarrollo profesional de una persona, para el desempeño óptimo del equipo de trabajo de esa persona y nocivo para su entorno directo.
Veamos cuáles son estos malos hábitos que descubrió Goldsmith y pensemos conscientemente cuáles de estos hábitos presentamos nosotros mismos o vemos en nuestros entornos laborales:

HÁBITO Nº 1, Ganar (Siempre...):  Esa necesidad imperiosa de “ganar” a toda costa, en todas las situaciones, sea por el motivo que sea. Esa mala costumbre de querer imponer nuestro punto de vista por sobre todo y todos, incluso cuando cuando sean temas irrelevantes, sin sentido o fuera de contexto... Ser un "winner" no significa ganar SIEMPRE...

HÁBITO Nº 2, Agregar “demasiado valor”: Esa incontrolable necesidad de “agregar valor” en todos y cada uno de los temas, problemas, discusiones o desafíos de nuestro entorno... Muchas veces “juramos de güata” que estamos “aportando” a un tema particular cuando en realidad es todo lo contrario... Recomendación: Dé su opinión solo si se la piden.

HÁBITO Nº 3, Dictar Sentencia: Esa mala costumbre de andar constantemente evaluando, juzgando e imponiendo nuestros estándares personales en los demás. Quién somos nosotros para andar juzgando al resto?

HÁBITO Nº 4, Comentarios Destructivos: Nuestro viejo, conocido y siempre mal ponderado “pelambre”, toda una institución en Chile y uno de los factores más perjudiciales para el clima laboral, las relaciones, el desempeño de los equipos y la productividad en organizaciones de todo tipo.

HÁBITO Nº 5, Comenzar frases con: “No...” o “Pero...”: Abusar de ellas es sinónimo de “negación” de todo lo que digamos después y también invalida todo lo dicho antes por tu interlocutor. Ahora si combinamos “no, pero...” para componer una respuesta a alguien es casi como decirle literalmente, “OK, tu estás mal, yo estoy bien...”.

HÁBITO Nº 6, Andar diciéndole al mundo lo inteligente que somos: Esa necesidad irresistible de mostrarnos ante los demás como tipos inteligentes, interesantes y cool... Cuando en realidad somos uno más de la manada... 

HÁBITO Nº 7, Interactuar con los demás cuando estamos enojados: Esa mala costumbre, que se ve sobre todo en jefes, de utilizar la volatilidad emocional como una herramienta de manejo de personal a través del miedo... Feo no? muy feo...

HÁBITO Nº 8, Negatividad o “Déjame explicarte por qué NO va a funcionar...”: Esa mala costumbre de “aportillar” absolutamente todas las propuestas ajenas y de siempre ver el lado negativo de las cosas, que generalmente va asociado a personas que nunca hacen buenos aportes o sugerencias por la misma razón; miedo a que alguien les diga que “no va a funcionar...”.

HÁBITO Nº 9, Retener información: En pleno siglo XXI, todavía hay personas que creen que compartir información “les resta poder”. Cuando uno tiene una visión de Equipo y un fuerte sentido de Colaboración, resulta que el hecho de compartir información sirve para todo lo contrario, para Potenciar, Impulsar y hacer más Eficiente nuestro entorno.

HÁBITO Nº 10, No reconocer los logros de los demás: En Chile somos expertos en “chaqueteo”, pero a la hora de reconocer y recompensar los logros de los demás son muy pocos los que dan un paso adelante. Un hábito de esos que para vencerlo, habría que intervenir el mismísimo ADN de nuestra idiosincracia. 

HÁBITO Nº 11, Darnos crédito por logros ajenos o que no merecemos: La peor manera de sobreestimar nuestra contribución a proyectos exitosos... Mucho de esto se ve en el entorno laboral chileno no? 

HÁBITO Nº 12, Andar por la vida dando excusas: Esa necesidad de validar nuestras conductas desagradables haciéndolas pasar como elementos estructurales de nuestra personalidad. “Disculpen por haberlos gritoneado... es que yo soy gritón...”. 

HÁBITO Nº 13, Aferrarse al pasado: la necesidad de desviar la culpa fuera de nosotros mismos hacia los eventos y las personas de nuestro pasado. Ellos tienen la culpa de todo lo que nos pasa hoy... "Lo que pasa es que yo soy así porque mi primer jefe me enseñó que las cosas se hacen de esta manera... Sé que está mal pero así es como me enseñó..."  mmmm facilista pero dudoso no?

HÁBITO Nº 14, El favoritismo descarado: Es natural que tengamos más afinidad por unos que por otros, pero cuando eso afecta nuestro juicio al punto de, por ejemplo, evaluar laboralmente muy bien a alguien solo por el hecho de que nos cae bien o vice-versa... ahí hay que poner ojo con el tema...

HÁBITO Nº 15, Rehusarse a reconocer el impacto de nuestras acciones: O sea, la falta de “accountability emocional”, la incapacidad de hacerse cargo por lo que hacemos, decimos o no decimos, de reconocer cuando nos equivocamos y pedir perdón cuando sea necesario.

HÁBITO Nº 16, NO escuchar: Simplemente una manera de agresividad encubierta y de falta de respeto para con nuestros compañeros de trabajo y nuestro entorno cercano. Siendo algo que parece tan simple, uno observa que en realidad es un activo muy escaso en las organizaciones actuales...

HÁBITO Nº 17, Fallar en expresar gratitud: Simplemente la forma más básica de malos modales... Qué cuesta dar las gracias? Es rápido, gratis y habla bien de ti.


HÁBITO Nº 18, Castigar al mensajero: O sea, cuando en una situación conflictiva, comenzamos a atacar a un tercero que usualmente no tiene nada que ver, que sólo nos quiere ayudar, pero que cometió el "error" de ser la vía de comunicación de la otra persona en conflicto.


HÁBITO Nº 19, Echarle la culpa al resto: Junto con el chaqueteo, quizás el hábito más instalado en nuestras empresas y organizaciones de todo tipo. Cuando algo sale mal, NADIE FUE! Nadie se hace cargo, nadie asume, todos se “pasan la pelota” olímpicamente... Feo, feo, feo... MUY feo...


HÁBITO Nº 20, La desconfianza como base relacional: Que esté al final de la lista no significa que sea la menos importante. De hecho todo lo contrario... En entornos laborales donde impera la desconfianza TODO resulta sospechoso, todos ven dobles intenciones, hay agendas ocultas y suspicacias a todo nivel. O sea la combinación perfecta para tener un clima organizacional nocivo...

Alguno conocido? Quizás tu mismo tengas más de alguno de estos malos hábitos instalados fuertemente en tus patrones conductuales, o quizás algunos de ellos los ves día a día en tu oficina con tus compañeros de trabajo.
El objetivo último de este post es llamar un minuto a la reflexión. 
Sé que listar una serie de malos hábitos no se constituye per se en un gran impacto organizacional ni tampoco es la solución a todos los problemas de una empresa, pero si logra crear conciencia de nuestros molestos "tics conductuales", ya tenemos un primer paso ganado hacia una mejora de nuestra performance relacional.
El ambiente laboral puede ser algo tremendamente interesante, gratificante y motivante si es que nos hacemos conscientes de nuestros malos hábitos, reconocemos nuestros errores, escuchamos más y hablamos menos, demostramos más gratitud, reconocemos los logros de los demás y nos hacemos cargo del impacto negativo que puedan tener nuestras acciones en nuestros equipos de trabajo...

Saludos a todos!
D.M.P

1 comentario:

  1. Nuevamente un gran acierto!, sin duda alguna la mayoría (por no decir todos) ha presentado en alguna ocasión al menos uno de esos malos hábitos...
    La reflexión debe guiarnos a superar estos para ser mejores empleadores, mejores compañeros de trabajo, mejores jefes, etc..

    saludos y felicitaciones por el post!

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